Fortaleza de Salses, Salses (Francia)

La fortaleza de Salses o Forteresse de Salses, como le llaman los franceses, es un claro ejemplo del movimiento de la frontera entre Francia y España. De origen español, se ha quedado en territorio francés.

De camino a casa, y aunque el día no acompañe mucho, nos paramos a visitar la Fortaleza de Salses. Nos ha llamado la atención por varios motivos; lo grande que es, su color rojizo y que es de origen Español. ¿Qué hace aquí?

Tenemos suerte y aparcamos en las inmediaciones. Un camino empedrado nos lleva hasta la primera entrada. Si, lo habéis leído bien. Para llegar a la puerta principal de la fortaleza tenemos que pasar dos accesos.

En la segunda parte es donde esta la recepción y WC.

Aunque ofrecen visita guiada, no nos coincide con el horario, así que decidimos visitarla por libre. En la entrada de la fortaleza hay un mapa de la distribución, pero con la entrada también os dan un folleto (en este caso en español).

Mapa del recinto proporcionado al comprar la entrada

Empezamos la visita

Ahora si que podemos ir a la entrada principal. Un amplio puente nos ayuda a cruzar el foso.

Pasado el pasillo nos encontramos en la plaza de armas, muy grande. Nos choca ver el pozo solitario en el medio (con el recogían las aguas pluviales para las tropas y los animales). Es peculiar de esta fortaleza que tres de las tres caras de la plaza están decorados con pórticos con arcadas.

La foraleza de Salses disponía de tres grandes caballerizas. En ellas podían dormir hasta 300 caballos. Se pueden visitar todas.

Seguidamente entramos en una sala. Totalmente restaurada, nos enseñan la historia de la fortaleza a modo de cómic.

Paseando por debajo de los arcos llegamos a la capilla dedicada a San Sebastián. De las pinturas y mobiliario original ya no queda nada.

La puerta que nos queda a la derecha del altar nos esconde un secreto. Si seguimos por él, no solo encontramos las salas de los religiosos, si no un camino hasta la torre de la artillería.

En total hay 4. Los cañones más pequeños se estaban en la planta de abajo. A medida que se iba subiendo por la torre iba aumentado el calibre del cañón (es una pena, pero solo podemos visitar el sótano).

Parte de abajo de la torre de artillería

No podía faltar los almacenes para los alimentos y los dormitorios para los soldados y oficiales. En esta ocasión de puede ver lo que queda en la parte norte.

Solo nos falta una zona donde acceder. La torre del Homenaje y el patio del reductor (esta zona nos queda a la izquierda cuando entramos en el patio de armas).

Cruzamos al otro patio

Para acceder a esa zona tenemos que pasar un pequeño pasillo donde nos encontramos la enfermería.

La enfermería, hoy en día, se ha reconvertido en una sala de juegos. En esta sala eran atendidos los soldados sobre todo en la batalla que tubo lugar entre 1639 y 1642. La chimenea de la sala proporcionaba un rincón donde poder esterilizar el instrumental.

El patio del reductor nos da acceso a más estancias de la fortaleza, como son la sala del agua, la panadería, la lechería o el establo.

Patio reductor donde esta la panadería y el agua

La sala de aguas era para uso y disfrute del gobernador y los oficiales superiores. Un sistema de tuberías le proporcionaban agua caliente.

La panadería es una sala muy lúgubre donde, seguramente, tenia que hacer un calor increíble al casi no tener ventilación. No quiero pensar como tenia que ser hacer el pan ahí.

La lechería está entre el patio de armas y el patio del reductor. Mucho más amplia y luminosa entre sus paredes se hacia la nata, la mantequilla y el queso.

Un poquito más abajo de ella se encontraban los establos, donde se podían tener hasta 30 vacas.

Nosotros terminamos nuestra visita aquí, pero la fortaleza también ofrece una visita guiada.

Si os interesara, en ella se puede ver la torre del Homenaje además de acceder a tres salas que están cerradas al público; la habitación del gobernador, el comedor y el almacén en la torre de la artillería.

Un poco de historia de la Fortaleza de Salses

La frontera entre España y Francia no ha estado siempre donde la conocemos hoy en día.

La Fortaleza de Salses (en francés Forteresse de Salses) es un gran ejemplo de las construcciones realizadas por la Corona de Aragón en antiguo territorio español.

El fuerte es encargado por el rey Fernando II de Aragón para controlar el paso entre Francia y España.

El proyecto es encargado y dirigido por Francisco Romiero López del 1497 al 1504.

Diseñada para ser inexpugnable, es una obra maestra de la arquitectura militar de su época.

Sus números asustan hasta hoy en día. Hablamos de murallas de 10 metros de grosor, de unas dimensiones de 110 metros por 84 metros, 4 torres de artillería y capacidad para unos 1500 hombres y unos 300 caballos.

Demostró su fuerza resistiendo el primer asedio en 1503 (y eso que no estaba terminada).

La fortaleza a ido de manos en manos.

En 1639 la tomaron los franceses, en el 1640 la recuperaron los españoles y finalmente en 1642 volvió a caer en bando francés.

Con el tratado de los Pirineos y el retroceso de la frontera a los pirineos, la fortaleza pasa a ser definitivamente francesa.

Como ya no se utilizaba para guardar la frontera, en 1682 Luis XIV ordena transformarla en una prisión.

El estado en que quedo era tan malo que querían tirarla al suelo, pero en 1886 recibe el titulo de monumento histórico, lo que la salda de ser destrozada.

Información práctica

Más información

Si quieres poder comprar tus entradas o mirar los horarios, la Fortaleza de Salses tiene su web en español.

Suele estar abierta durante todo el año, aunque en diferentes horarios. La entrada normal es unos 8€ (verificar tarifas) y los menores de 18 años entran gratis.

También tienes varios descuentos a tu disposición, como es el «pass patrimonie 66».