Ruta por Tenerife en coche en 4 días (Islas Canarias, España)

¿Qué podemos hacer en Tenerife? En esta ruta por Tenerife descubriremos encanto de varios sitios de la isla. La parte sud es mucho más turística. La norte no es tan visitada. Nosotros decidimos hacer un mix entre las dos.

La bonita isla de Tenerife nos da mucho por ver y descubrir. Tanto, que en 4 días solo podremos hacer la parte norte de la misma. Es totalmente un viaje improvisado. Compramos los billetes y hacemos las reservas dos días antes de irnos.

Esta es la vez que hemos madrugado más para viajar. Nuestro avión sale de Barcelona a las 6 de la mañana. En esta ocasión nos escapamos mi hijo y yo. El viaje está pensado para disfrutar los dos. Ya se sabe que cuando se viaja con niños es otro ritmo y otras actividades, pero la isla da para mucho.

En esta ocasión, y para ir más libres, cogemos un coche en el aeropuerto (aseguraros que el seguro es a todo riesgo).

Al llegar hacemos los deberes. Recogemos el equipaje, el coche, y solo nos falta una cosa, desayunar.

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Día 1. Roques de les Bodegas, Tegueste, Bajamar y Puerto de la Cruz

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Nos ponemos rumbo al norte de la isla de Tenerife. Nos vamos dirección Roques de les Bodegas. Lo primero que hacemos en el trayecto es pararnos a desayunar.

Una vez salimos de la civilización nos encontramos con una carretera estrecha (pero muy bien cuidada) con varios miradores en su trayecto. Es muy bonito ir subiendo y en cara mirador vas descubriendo sitios nuevos de la isla. La niebla va desapareciendo y vamos descubriendo más puntos.

Roques de les Bodegas

Roques de les Bodegas está en el macizo de Anaga. El contraste de temperatura al llegar es increíble. Pasamos de poder ir en manga corta, a tenernos de colocar una cazadora.

Podemos aparcar con facilidad al lado de la playa. La carrera sigue para otros rincones, pero nosotros nos paramos aquí.

Damos una vuelta por la playa de rocas negras y por el pequeño puerto. Hay algunos valientes que se ponen en el mar a hacer surf.

Su embarcadero ya era utilizado en antaño para subministrar a Europa y América. Hoy en día la zona se ha convertido en un pequeño refugio para los amantes de la tranquilidad, con bares y restaurantes. El núcleo es solo una calle, no hay perdida.

Las playas son de arena negra o piedra. Solo hay una problema, y es que no disponen de servicios de duchas y wc.

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Tegueste

Hacemos una pequeña parda para estirar un poco las piernas y pasear por el pueblo de Tegueste. Estamos una zona dedicada al vino y con numerosas bodegas.

Su casco antiguo fue declarado Bien de Interés Cultural. Visitamos la Iglesia de San Marcos. Esta fue financiada por los vecinos del pueblo y por la venta de madera. Se inicio en 1700, ero al alargarse tanto en el tiempo, ha tenido varios cambios y remo delaciones.

El ayuntamiento es otro edificio que ver y que se encuentra en la misma plaza. También financiado por los vecinos, se empezó a construir en 1843. Ha tenido varias funcione como casa mortuoria, escuela y, actualmente, de Juzgado de Paz.

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Bajamar

Ya empieza a apretar el hambre. Nos vamos dirección al mar para visitar las piscinas naturales de Bajamar.

Es una zona turística donde encontramos varios restaurantes, kioscos y varios servicios comerciales. También hay zonas de aparcamiento señalizados.

Nosotros dejamos el coche en una calle cerca del mar y nos dirigimos al pueblo. Aun ser media tarde, pudimos comer delante del mar y de las piscinas naturales.

Lo más conocido de Bajamar son sus piscinas naturales. Su entrada es gratuita, solo se tiene que pagar por los servicios que utilice (taquillas, etc).

Ya habiendo comido (por cierto, la comida es muy económica en Tenerife) y andado por el paseo Marítimo, nos dirigimos al apartamento. Nosotros hemos escogido alojarnos en el Puerto de la Cruz.

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Puerto de la Cruz

Hemos reservado un apartamento en el Puerto de la Cruz. No voy a recomendar el sitio, ya que tuvimos varios desacuerdos. De lo que habíamos reservado a lo que nos dieron no tenía nada que ver.

Aunque ya notábamos el cansancio, dimos una vuelta por la zona para poder pisar un poco la playa y darnos un baño relajante.

La casualidad hace que delante de nuestro bloque se encuentre el Castillo de San Felipe y la playa con su nombre. Cuenta con una amplia zona de playa negra (la cual vamos a probar hoy).

Entre las curiosidades, destaca que cuando paseas por el Castillo de San Felipe, la playa que lo acompaña, está llena de montañitas de piedras.

Damos una pequeña vuelta, nos bañamos, cogemos algo para cenar y a descansar.

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Día 2. Centro de visitantes de el Portillo, Teide, Parque del Drago

Hoy nos vamos a ir al interior de Tenerife. Primero nos paramos ha un sitio totalmente inesperado, que es el Centro de visitantes de el Portillo, después nos acercamos a ver el Teide y finalmente nos vamos al Parque del Drago en Icod de los Vinos.

Centro de visitantes de El Portillo

Haciendo el camino nos sorprenden espectaculares cambios en el paisaje.

Nuestra primera parada es en el Centro de visitantes de El Portillo. Abre todo el año de 9 a 16:15.

Es un centro muy discreto y cuenta con un jardín botánico donde se pueden ver especies vegetales de la isla y algunos animales. También te facilitan información de la isla y en especial, del Teide.

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Teide. Teleférico del Teide

Sabemos claramente que estamos cerca del Teide cuando nos sale todo un paisaje desértico de golpe. Es increíble el contraste. Nosotros nos quedamos con la boca abierta y como no, tuvimos que parar y pisar ese «desierto».

Nos dirigimos a la zona del teleférico para coger nuestras entradas. Hay mucha cola, por lo que nos recomiendan entrar en la pagina web y encargar allí el ticket de subida y bajada del teleférico (veréis que os da más opciones de visitas, alojamiento, etc.).

Ya con los tickets (en el móvil) solo nos queda esperar la hora y ponerlos en la cola. Arribaaaaa.

Cuando llegamos me decido por la ruta más sencilla (ya que voy con el niño) así que empezamos nuestra aventura por el Teide.

Los caminos están bien señalizados. Hay dos rutas que no necesitas permiso para hacerlas, pero la de subir al pico tienes que haber hecho una solicitud (es gratuita y te recomiendo que lo hagas con tiempo, ya que hay un tope por día).

El parque fue creado en 1954 y declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 2007.

Su pico de 3718 metros es el mas alto de España y su altitud media es de 2000 metros. Tiene unos tres millones de visitantes al año, por lo que se hace que sea uno de los parques más visitados de España y Europa.

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Parque del Drago

El Drago Milenario se encuentra en la población de Icod de los Vinos y es su principal atracción.

Tenemos dos formas de verlo, o des de la plaza del pueblo (si solo queremos hacerle una foto), o entrando en el Parque del Drago.

Nosotros decidimos aparcar el coche al lado del Parque del Drago y hacerle una visita.

Nos cuesta 5€ el adulto y 2,5€ un niño. El parque está abierto de abril a septiembre 9:00 a 20:00 y el resto del año de 10:00 a 18:00.

Paseamos por zonas ajardinadas con las especies típicas de la isla. Todas están bien identificadas con unos paneles y algunos hermanos pequeños del drago.

El Drago Milenario (que en realidad tiene 800 años) tiene una altura de 16 metros y una base de 20 metros. Se considerado el más antiguo del archipiélago.

Día 3. Loro Parque

Y como todo viaje en el cual vas con niños, uno de los días tiene que ser para él. Entre la oferta que tenemos en la isla de Tenerife mi hijo decide que hoy toca visitar el Loro Parque.

Al parque puedes acceder con el coche (el cual tiene aparcamiento en las mismas instalaciones) si no ellos te ofrecen un servicio de bus. Al estar dentro del Puerto de la Cruz mucha gente coge el taxi para que lo acerque.

La entrada de adulto nos cuesta 37€ y el niño 25€ (cada año cambia la tarifa). Este abre los 365 días del año de 8:30 a 18:45.

Fue creado en 1970 por un padre e hijo alemanes. El 17 de diciembre de 1972 se abrió al público. Sus instalaciones y espectáculos han ido creciendo con el tiempo.

Podemos encontrar papagayos, loros, tortugas, tigres, delfines, orcas, etc. A parte de los recintos de los animales también hay varios espectáculos.

Día 4. Santa Cruz de Tenerife

No nos podíamos ir de la isla sin visitar Santa Cruz de Tenerife.

La ciudad nos ofrece varias opciones para pasar allí el día. Nosotros escogimos la más turística y pensando en poder llegar pronto al apartamento y hacer las maletas (ya que el día siguiente nos toca madrugar para coger el avión).

Mapa en mano y con la lista hecha, aparcamos en el parking cerca de la Plaza España (allí nos encontramos una oficina de turismo, si no, la ciudad ofrece dos centros más de información turística).

Des de 1833 es la capital de la isla. La fiesta más conocida son los Carnavales (declarados Fiesta de Interés Turístico Internacional).

Hacemos un recorrido bastante completo. Empezamos en Plaza España (es la más amplia de todas y se creó en 1929) y seguimos al lado del mar. A lo lejos ya vemos la Iglesia Matriz de la Concepción (ejemplo de la arquitectura barroca canaria es el principal templo católico de la ciudad). Seguimos hasta la plaza de San Telmo. Proseguimos hasta el Mercado de Nuestra señora de África y al final atravesamos la ciudad hasta la Plaza del Príncipe de Asturias (fue inaugurada en 1860 donde destaca el templete central). Allí comimos un poquito.

Cogemos el coche y nos dirigimos a la del auditorio. Allí nos encontramos varios sitios para aparcar (aunque ya advierto que se tienen que dar algunas vueltas).

Lo que nos queda más cerca es el Parque Marítimo César Manrique (donde nos podríamos dar un bañito). Si seguimos la avenida alrededor del mar nos encontramos con el Castillo de San Juan Bautista (construido en la primera mitad del siglo XVI y el único que queda en la ciudad).

Al final de esta avenida y con la ciudad de fondo está el Auditorio de Tenerife Adán Martin. Diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava tiene varias salas para los espectáculos.

Nos despedimos de esta aventura

Esperamos que nuestra experiencia os ayude a planificar vuestro viaje a la isla de Tenerife. Nosotros deseamos volver pronto y terminar de visitarla de dar la vuelta por sus rincones. 🙂