Peguera (Barcelona, España)

Mucha gente pasa por la zona, para ir a buscar setas, pero muy pocos se fijan en los restos de Peguera, abandonada. La estructura del núcleo persiste al lado del a montaña, los restos de otras casas y de la actividad minera, están dispersos en el bosque.

No teníamos muy claro si podríamos llegar, pero si. La pista forestal esta muy bien cuidada. A sus alrededores encontramos el ganado que sigue su rutina. Dentro de los bosques hay mucha gente buscando setas. Nosotros, vamos a descubrir una parte de la historia de la zona, Peguera.

Empecemos la visita

El pueblo de Peguera esta situado a unos 1640 metros de altura. Es uno de los deshabitados más altos de España. Eran unas 40 casas que se dedicaban a la ganadería y a la agricultura (sobre todo patatas, pero también trigo y guisantes).

Cuando llegamos, dejamos el coche al lado de los restos de la Ermita de Sant Miquel de Peguera. Al otro lado del camino esta un cartel, que nos indica que hemos llegado y nos presenta un poco el pueblo.

Indicamos la excursión por el camino de tierra a Peguera

No tardamos mucho en llegar. Tenéis que ir con cuidado con las eses de las vacas. Solo hay una casa en pie, Can Gran. En la actualidad es utilizada por los pastores y guardas de la zona.

El camino nos termina dejando en los restos de las casas. Entre los edificios se dibuja, lo que eran antiguas calles o carreteras. El clima dura de la zona ha provocado que no quede ni un tejado, y de las casas, solo el esqueleto.

Puedes pasear por una de las calles, y atravesar el pueblo. Un camino te llegará a la parte de atrás donde puedes ver, desde un punto privilegiado, todo el valle y los esqueletos de las casas.

En algunas de ellas podrás entrar, y cotillear un poco. A parte de vegetación, no queda nada más en su interior.

Pero, ¿las minas?. Si subes en coche, veras edificios antes de llegar al pueblo. Esos son restos de las minas. Los habitantes de Peguera siguieron con sus vidas aunque se abriesen las minas, por lo que el pueblo era independiente. Para explotar las minas, se construyeron sus propios edificios, al lado de las bocas de las minas. El pueblo, se aprovechaba de ello vendiendo su carne y cultivos a la minera.

Una anécdota, es que los jóvenes de Peguera, si que trabajaron en las minas. El servicio militar, se cambiaba por trabajos en las minas durante el mismo tiempo. Así no tenían que irse del pueblo ni incorporarse a filas.

Paseando por Peguera respiramos tranquilidad y libertad.

Camino a Peguera y primeras casas del pueblo

Un poco de historia sobre Peguera

Tenemos que remontar la historia de Peguera a la torre fortificada del siglo XI colocada en la cima del Roc de Peguera. Se cree que el pueblo se origina en la época medieval, para dar servicio al pequeño castillo. Durante el siglo XV la zona empieza a estar poblada. Se dedicaba a la ganadería y la agricultura.

El núcleo que conocemos hoy en día, se cree que se empieza a construir en el siglo XVIII. Aun así se continúan dedicando a las mismas actividades, pero cambiando algunos cultivos.

Llega la modernización

El cambio llega en el siglo XIX. La industrialización llega a la zona. La primera explotación se realiza en la madera, la cual es trasladada en un ferrocarril que llega a la zona. Pero esta no será la única explotación, ya que se empiezan a abrir las minas. Las primeras explotaciones eran del empresario Climent Casellas i Casafont en el año 1895 con la mina Virgen de Corbera. En muy poco tiempo, también se abren la mina Francisca, Micaela y Clemente.

Los habitantes del pueblo no solían trabajar en las minas. Lo hacían los que llegaban de distintas zonas de España y que vivían en bloques al lado de las minas. La colonia fue llamada «Colonia de la Vall». Las casas de alrededor eran alquiladas para acoger a los trabajadores. Quien continuo en la agricultura conservo sus fincas.

Durante los años 1920 la explotación minera se llama Serchs SA, pero en 1931 José Enrique de Olano compra todas las empresas relacionadas con la explotación de la mina, la madera y las propiedades que estaban bajo el nombre de Germans Arumi SL.

La Guerra Civil golpea fuertemente la extracción de carbón. Debido a la falta de mano de obre empiezan a cerrarse las minas y poco a poco la zona es abandonada. Si no hay trabajo la gente se va. La economía a cambiado, y la agricultura y la ganadería ya no son suficientes. En 1950 habían 70 personas censadas. Durante 1960 solo eran 26.

El pueblo se ha quedado en el pasado, la modernización no llega y la gente se tiene que ir. En 1968 cierra la última casa, Can Penjorell.

En 1969, las propiedades pertenecientes a Carbones de Berga son vendidas a FECSA. Peguera ya no interesa. Se ha convertido en un montón de ruinas. Aun así, la zona es concurrida por quien le gusta la naturaleza y el senderismo, poniéndose, muy de moda, en esos colectivos.

Foto de la zona de la minas. Propiedad: Ramon soler

¿Una segunda oportunidad?

Peguera fue comprada, en su totalidad, en 2003 por el jeque árabe Butti Bin Maktoun Juma-al-Maktoun, vinculado a la familia real de Dubái. Su intención era la construcción de un hotel de lujo con apartamento. El hotel seria de nueva construcción, pero para el resto de instalaciones, se reconstruirían 22 casas del pueblo. Algunos de los servicios que se ofrecían, era; spa, hípica, tiro con arco, rocodromo, etc. El proyecto decía que se crearían 150 puestos de trabajo.

Este no llegó a prosperar. El rechazo de las poblaciones vecinas y de los grupos ecologistas, impulso la plataforma «salvem Peguera», quien consiguió tirar atrás este proyecto.

Las ultimas noticias que tenemos, son que el pueblo esta en venta otra vez.

Información práctica

Más información

Buscar información del bonito pueblo de Peguera es algo complicado. Wikipedia nos da una pincelada. Donde podemos encontrar algo más de información y algunas anécdotas es en Los pueblos deshabitados.blogspot.com.

El último proyecto que ha tenido el pueblo de Peguera fue el de convertirse en un hotel de lujo. En principio vuelve a estar en venta. La Vanguardia, nos cuenta en su articulo el proyecto y por que no ha llegado a su fin.

Creo que esta bonita zona natural, se merece un bonito fin, pero para que todo el mundo pueda disfrutar de él.